Como ya dijimos, el cultivo de plantas, bien sea en un huerto urbano como en una parcela, es muy beneficioso para la salud. Pero, ¿y si lo trasladamos a los niños? No podéis imaginar la cantidad de cosas positivas que se pueden llegar a absorver a través de esta actividad.
Por un lado, es una excusa perfecta para pasar el tiempo en familia e introducir una afición en común. Pero esto es sólo el principio… Y es que el trabajo en huertos ayuda a desarrollar la inteligencia de los más peques, ayudándoles a mejorar aspectos tan importantes como la comprensión de las matemáticas y el lenguaje, las habilidades tanto científicas como físicas, la capacidad de socialización, la sensibilidad, el sentido de la responsabilidad, mejora de autoestima…
¿Aún te lo estás pensando?
Y pensando precisamente en ellos, los peques de la casa… ¡El Urban Garden Kid!