¿A quién no le ha pasado alguna vez que a mitad de un trabajo de bricolaje necesita algún material o herramienta que no tiene….? Algunos casos pueden ser solucionados de forma sencilla con utensilios que son fáciles de encontrar en cualquier casa y un poco de imaginación, como ocurre en el caso de hoy:
Misión eliminar un pequeño saliente de un objeto metálico… Pero: ¡Oh no, no tengo lija! Pues bien, es tan sencillo como recolectar un papel medianamente grueso (que no se rompa fácilmente) y sal fina de la de toda la vida, y frota la superficie a mejorar. ¡Igualito que una lija!