A la hora de desempeñar tareas de bricolaje debemos tener muy en cuenta nuestra seguridad, puesto que lo habitual es utilizar herramientas que pueden resultar peligrosas si no estamos preparados, incluido nuestro propio cuerpo, que no deja de ser nuestra principal herramienta. Por eso, hoy queremos hablaros de las normas básicas de seguridad para evitar accidentes.
Área de trabajo siempre limpia y ordenada
Una de las bases es la de mantener las áreas de trabajo perfectamente limpias y ordenadas. No sólo porque nos ayudará a ser más eficientes, sino por los peligros que puede suponer tener desperdigadas las herramientas y los materiales. Podemos tropezar, clavarnos cosas, caernos… ¡Tratemos de evitarlo siempre!
Asegúrate de que la zona de trabajo es segura
Antes de empezar, es importante que tengamos más que claro que la zona en la que vamos a trabajar es segura. Y es que, no debemos utilizar herramientas eléctricas en zonas húmedas o mojadas, pues es muy peligroso. Y cuando hablamos de líquidos también podemos referirnos a otros líquidos e incluso gases que puedan ser inflamables. Antes de lanzarnos, observemos el terreno y pongamos soluciones. ¡Ser precavido es esencial!
Eficiencia sí, excesos no
Los proyectos de bricolaje requieren de eficiencia, y en ningún caso eso significa trabajar con prisas o trabajar más tiempo del debido. Debemos tener en cuenta que nuestro cuerpo es la herramienta más esencial y podemos lesionarnos y por tanto la eficiencia se irá al garete. Es mejor dejar cosas pendientes para el día siguiente, que excedernos y no poder trabajar en unos días.
Cada herramienta en su momento
Cada herramienta tiene un uso y finalidad diferentes, por ello siempre hay que utilizar las herramientas para aquello que están pensadas. No importa si en un momento dado no podemos continuar por falta de alguna herramienta. Mejor esperar a disponer de ella, que tratar de adelantar el trabajo con una que tenga otra finalidad. ¡Mejor no arriesgar!
Uso de ropa adecuada y equipos de protección
Cada proyecto de bricolaje es diferente, pero incluso los más básicos requieren de algún tipo de protección. Utilizar ropa holgada, anillos, pulseras… No es recomendable. Es decir, cuantos menos extras tengamos en nuestras manos y brazos, menos probabilidades de sufrir algún accidente.
Además, si tienes el pelo largo será mejor que te lo recojas, y a la hora de trabajar en el exterior o en zonas húmedas tendremos que elegir un calzado antideslizante.
Y como es de esperar, es súper importante disponer de un equipo de protección, que debe estar compuesto, como mínimo, de una mascarilla para proteger nuestras vías respiratorias del polvo y de unas gafas que protejan nuestros ojos de cualquier partícula peligrosa. Además, si podemos y si el trabajo lo requiere, será todavía mejor tener a mano unos guantes y un casco.
Cuidado con las alturas
Las alturas pueden ser más que peligrosas, a no ser que estemos bien preparados. Para ello, debemos utilizar siempre un arnés homologado. ¡No nos confiemos ni en alturas que aparentemente no sean peligrosas!
La salud precede a cualquier trabajo, y sin salud simplemente no hay trabajo